3 señales claras de que un matrimonio está por llegar a su fin, o eso sería lo más sano

La pareja que decide el camino del matrimonio  es el ejemplo de las personas que más atentas suelen estar al paso del tiempo dado que el vínculo puede sostener el amor , más la introducción de algunos elementos como la convivencia y la cotidianeidad pueden comenzar a afectar seriamente la relación. La pareja suele evidenciar cuando el matrimonio comienza a deteriorarse y muchas veces más allá del amor algunas situaciones como el divorcio son inevitables. En este artículo te dejamos algunas señales y testimonios sobre vínculos que fallaron y como detectar a tiempo los problemas dentro de la pareja.

En la primera etapa de todo vínculo las cosas dentro de la pareja suelen ser absolutamente placenteras motivo por el cual no se detectan a tiempo  la mayoría de las actitudes y desacuerdos que años después pueden derivar en un divorcio. El amor no lo es todo y saber revisar a tiempo las actitudes y motivos que pueden estar afectando la pareja puede salvar el vínculo o terminarlo puesto que a veces la mejor demostración de amor es concluir una pareja en estado de deterioro que solo genera en sus miembros problemas graves que vinculan lo emocional y lo psicológico.

Algunos de los expertos en materia de sexualidad y vínculo, expresan que lo mejor que podemos hacer para construir una pareja sana es no comenzar con la idea errónea de que por ser un matrimonio el compromiso durará para siempre. El amor puede sostenerse en el tiempo pero muchas cosas por fuera del amor que ambos miembros de la pareja pueden sentir , pueden llevar al divorcio que en reiteradas ocasiones termina siendo el camino más sano para ambas partes puesto que muchas veces la salud mental puede verse seriamente afectada por una relación poco sana.

“Lo que sucede es que uno hace un pacto inicial de convivencia que se va renovando en distintos períodos vitales de la vida como lo es la llegada de hijos, la partida de los mismos, la aparición de nietos, la entrada en la vejez y similares; en todas esas ocasiones se van renovando los pactos” son las palabras de Sandra Magirena, médica clínica y sexóloga sobre porque muchas veces cuesta tanto concluir el vínculo, disolver la pareja y accionar el divorcio más allá de que el amor y el cariño aun persistan.

Según los expertos las cuatro señales más claras respecto a un posible divorcio o que anuncian que las cosas dentro del vínculo no están para nada bien tienen que ver con los ataques verbales, en donde la pareja comienza a atacarse de esta forma de manera recurrente, el desprecio como forma de vínculo en donde se considera al otro miembro de la pareja como inferior, la actitud defensiva en donde los miembros de la pareja siempre están a la espera de un posible ataque y con sus respuestas listas y la evasión que consiste en dejar que el tiempo pase sin resolver los conflictos a pesar de que con claridad sea evidente que con el amor no alcanza para sostener el matrimonio.