Arte

’El hombre en la encrucijada’, el mural de Diego Rivera que fue borrado del Rockefeller Center por un choque ideológico

Diego Rivera, el famoso muralista mexicano, fue el encargado de pintar 'El hombre en la encrucijada', actualmente conocido como 'El hombre controlador del universo', en una de las paredes del Rockefeller Center en Nueva York. Pero después de terminarlo, el mural fue borrado. Esta es su historia.
jueves, 8 de diciembre de 2022 · 08:00

Diego Rivera fue el encargado de pintar grandes murales en concurridos y reconocidos edificios públicos a lo largo de toda su carrera. En 1932, se le pidió al muralista mexicano realizar una de sus destacables obras en una de las paredes del Rockefeller Center en Nueva York. Sin embargo, el resultado no fue el esperado y el magante industrial John D. Rockefeller Jr. terminó por eliminarlo. 

Dos años después, el pintor guanajuatense tomaría manos a la obra e impregnaría una de las más grandes representaciones comunistas para una de las familias más poderosas y capitalistas dentro del sector empresarial y político de los Estados Unidos. Fue este encuentro entre ideologías el que terminó por cubrir 'El hombre en la encrucijada', un mural que mezclaba las tensiones entre el arte y la política, pero con un giro muy peculiar. 

La familia Rockefeller estaba al tanto de la política izquierdista de Rivera cuando encargó la obra. El valor artístico y comercial de su trabajo, incitó a los magnates a pedir que el mexicano realizara este encargo en USA, pero no fue exactamente como lo pidieron. 

Boceto de 'El Hombre en la encrucijada'. Foto: Museo Frida Khalo

Susana Pliego, co-curadora de la exposición 'El hombre en la encrucijada: el mural de Diego Rivera en el Rockefeller Center' en Instituto Cultural Mexicano en Washington D.C., dijo que Rivera obtuvo un contrato de al menos tres página donde se estipuló qué es lo querían en el mural. La idea central era un hombre en la encrucijada, que representara la incertidumbre pero a su vez la esperanza, una visión alta que condujera a un nuevo y mejor futuro. 

El tema fue nombrado como 'Nuevas fronteras', pero por algunas razón los Rockefeller pensaron que su visión sería la misma a la de Rivera.  

El pintor realista decidió realizar un primer boceto. Se trató de la unión de tres hombres agarrados de la mano en medio de un evento comunal: un soldado, un trabajador y un campesino que representaron tres de los elementos más importantes unificados en la humanidad. Pero este trabajo le costó su reputación en la prensa estadounidense. Muchos grupos de izquierda asociados al comunismo comenzaron a criticarlo por haberse "vendido" y dejado contratar por una familia que representaba totalmente lo contrario a sus ideologías.

El hombre en la encrucijada, boceto. 

Según NPR, el periódico neoyorquino, World-Telegram, publicó el titular 'Rivera pinta escenas de actividad comunista y John D. Jr. paga la factura", entonces el pintor entró en disputa. Aún con la duda, hizo lo suyo y cambió el boceto original por una idea completamente diferente. "Envió a sus asistentes a buscar un cuadro de Lenin porque dijo: 'Si quieres el comunismo, pintaré el comunismo'", dijo Pliego.

El tema del mural terminó por ser una encrucijada de la humanidad, por una lado la presentación del capitalismo y por el otro la del comunismo, incluidos algunos personajes como Albert Einstein, Karl Marx, Friedrich Engels, León Trotsky, Bertram D. Wolf y Lenin. Este último provocó la ira e incomodidad de los empresarios estadounidenses en un época donde la polaridad de estas ideologías estaba por iniciar la segunda guerra mundial (1939-1945). 

'El hombre controlador del Universo', Diego Rivera. Palacio de Bellas Artes CDMX. 

"La foto de Lenin estaba en el lado derecho, y en el lado izquierdo, una foto de (mi) padre bebiendo martinis con una ramera y varias otras cosas que eran poco halagadoras para la familia y claramente inapropiadas para tener como centro de Rockefeller. centro”, dijo David Rockefeller Jr., hijo de John D

En cuanto se terminó la pintura, se le pidió a Diego que borrara el rostro de Lenin pero se negó por completo. “Prefiero estar muerto que mutilar mi obra, pero le propongo una salida ecuménica: ¿por qué no ponemos del otro lado a alguna especie de héroe para Estados Unidos y el mundo capitalista como puede ser Abraham Lincoln?”. 

Los Rockefeller se molestaron y terminaron por tapar el mural. La obra logró reproducirse y se plasmó en una de las paredes del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.