Sabor Latino
Prueba el sabor casero de estas albóndigas en salsa de chile morita; una receta a la mexicana
Prepara estas deliciosas albóndigas con chile morita a la mexicana y degusta del sabor casero.Las albóndigas son bolas de carne molida o picada que se pueden mezclar con diferentes condimentos, pueden freírse o guisarse con diversas salsas.
Las recetas mexicanas, como la que estás por ver a continuación, suelen prepararse con carne molida de res o cerdo, generalmente cocinadas sobre un caldo de tomate o varios tipos de chile, pueden acompañarse con arroz o frijoles según el gusto de los comensales.
Hay otros tipos, como las albóndigas rellenas de huevo duro y cocidas en salsa de tomate, o las rellenas con queso y guisadas sobre una salsa.
En esta próxima receta se utilizará carne de puerco y carne de res con un poco de chicarrón de cerdo triturado, una combinación que se fusiona con una salsa de chile morita con notas ahumadas para agregar arroz, frijoles o aguacate.
Albóndigas en salsa de chile morita
Ingredientes
Para las albóndigas
- 450g de carne de res molida
- 450g de carne de puerco molida
- 140 g de chicharrones triturados en un molcajete o mortero, o picados en trozos pequeños
- 1/4 de taza o 90g de cebolla picada
- 2 huevos
- 2 dientes de ajo picados
- 1/2 taza o 10g de hojas de perejil picadas
- 1/2 cdta. de sal marina
- 2 cdas. de aceite de oliva
Para la salsa de chile morita
- 1 y media taza o 360 ml de aceite de sabor suave
- 2 chiles morita secos
- 8 tomates tipo Roma sin pedúnculo
- 1 cebolla blanca cortada en dados
- 1 diente de ajo cortado en dados
- 1 cda. de sal marina
- Una pizca de pimienta negra recién molida
- 1 cdta. de orégano seco
- 1/2 taza o 120 ml de aceite de oliva
Procedimiento
Para las albóndigas:
1.- En un bol grande, mezcla la carne de res y puerco molida, los chicharrones, la cebolla, los huevos, el ajo, el perejil y la sal hasta que todo se integre bien. A partir de esta masa, forma bolas de unos 6 centímetros.
2.- Prepara un plato con papel absorbente. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Una vez esté caliente, echa con cuidado las albóndigas y séllalas por todos lados, lo justo hasta que empiecen a dorarse (sin que lleguen a cocinarse por dentro). Si fuera necesario, haz varias tandas. Una vez selladas, retíralas del aceite y pásalas al plato. Resérvalas mientras preparas la salsa.
Para la salsa:
1.- Vierte el aceite de sabor suave en una olla de hierro fundido o en una de fondo grueso y caliéntalo a fuego vivo.
2.- Fríe los chiles, sin retirarles el pedúnculo, durante uno dos minutos. En cuanto empiecen a hincharse, retíralos de la olla.
3.- Apaga el fuego y no deseches el aceite. Cuando se hayan enfriado lo suficiente, retira el pedúnculo de los chiles y agítalos para que caigan las semillas y deséchalas. Pasa los chiles fritos a la jarra del procesador de alimentos.
4.- En la misma olla con el mismo aceite de freír los chiles, agrega los tomates y fríelos a fuego medio-alto, hasta que se les dore la piel y empiecen a desprender sus jugos. Con cuidado y ayudándote de una espumadera, pásalos a la jarra del procesador de alimentos junto con los chiles.
5.- Agrega la cebolla y el ajo al mismo aceite y fríelos hasta que la cebolla se quede transparente, viértelos junto con el aceite en la jarra con el resto de ingre- dientes. Agrega la sal, la pimienta, el orégano y el aceite de oliva. Tritura todo.
6.- Vierte la salsa en una olla de hierro fundido o en una normal. A fuego me dio-alto, caliéntala hasta que empiece a burbujear y, a continuación, baja el fuego para mantener un hervor suave. Echa las albóndigas y guísalas en la salsa durante unos 20 minutos.
7.- Las albóndigas se pueden conservar en el refrigerador dentro de un recipiente hermético durante un máximo de cuatro días.